Afinales de junio pasado, Revistazo publicó una serie de reportajes sobre cómo el sistema educativo nacional ha sido utilizado para exaltar la figura de funcionarios públicos, sus familiares, y hasta ciudadanos implicados en actos de corrupción y narcotráfico, bautizando con sus nombres innumerables jardines de niños, escuelas y colegios. Esta revelación, comentada por muchos hondureños repudiando la situación, también ha provocado la reacción de diputados del Congreso Nacional que buscan legislar para generar cambios.
En Nicaragua y Colombia, ley no permite que las escuelas lleven nombre de cualquier político
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