20 Millones de lempiras asignados para una carretera que sigue sin construirse en una comunidad de Valle; 3 millones de lempiras más, destinados a una estación de autobuses en El Paraíso que sigue revestida de polvo y olvido; otros 15 millones destinados para la compra de un terreno para el funcionamiento de un relleno sanitario, que se asevera, están en un banco. ¡Todos son fondos emitidos, vía subsidios, desde el año 2006 para los diputados del Congreso Nacional!, pero, ¿quién podría auditar el manejo de un dinero que tres años después no ha sido ejecutado?, ¿por qué no se investiga y si el caso lo amerita, se deduce responsabilidades?
Subsidios del Congreso Nacional, ¿proyectos sociales para la población o dinero para el bolsillo de otros?
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