Como se ha demostrado, nunca existió una justificación real para una compra por emergencia. Tuky Bendaña tenía previo y pleno conocimiento de la situación, pero aduciendo falta de tiempo, prefirió solicitar una compra de emergencia.

El ministro de Salud, Tuki Bendaña, conoció en Diciembre del 2009 la situación de medicamentos a nivel nacional, pero esperó más de 100 días para empezar a comprar medicinas–pidiendo una compra por emergencia argumentando que ya no había tiempo para comprarlo con una licitación normal.

Al momento de decretar el estado de emergencia, el mismo Consejo de Ministros autorizó la compra directa de medicamentos por el orden de L200,000.000 (más de $10 millones de dólares); para tal efecto se creó el decreto PCM 012 – 2010 en el cual se detallan los procedimientos a utilizar para la compra directa.

Tuki Bendaña no permitió que la sociedad civil estuviera presente en los pasos más importantes de la compra—ignorando la petición de Transformemos Honduras y desobedeciendo el decreto que le ordenó convocar a la Comisión Inter-institucional para Medicamentos.

En una selección de 22 medicinas el Ministerio de Salud pago casi L18 millones en vez de L7.8 millones.