Por los últimos 20 años, la población de Honduras ha sido testigo de la ineficiente gestión para la administración de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y el incumplimiento en satisfacer las necesidades a nivel nacional, a pesar de haberse producido ciertos cambios normativos y, aparentemente, diferentes intentos de resolver el problema en los últimos 10 años a través de algunas acciones de recuperación de pérdidas de la ENEE, varios programas implementados a través del Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros. No obstante, Honduras es el país centroamericano que refleja los peores resultados. El Estado de Honduras, como un mecanismo para mejorar las pérdidas en energía (técnicas y no técnicas), contrató a una empresa para mejorar dicha condición, así como disminuir la mora en la recaudación, facturación y mejorar la calidad de servicio técnico y comercial a los clientes (confiabilidad). Sin embargo, lejos de solucionar el problema, la contratación de esa empresa ahora representa uno de los problemas del sistema de energía del país, tal y como lo mostraremos en el presente informe.